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16 julio 2022

HELADO DE ARROZ CON LECHE


 

Sabroso helado para disfrutar en cualquier día del año.


INGREDIENTES (para 1,25 kg de helado):

500 g de arroz con leche (o crema de arroz con leche)

500 ml de nata líquida para montar

2 cucharadas soperas de azúcar glas

250 g de leche condensada

 

PREPARACIÓN:

El día anterior a la preparación de este helado hay que hacer el arroz con leche o crema de arroz con leche, según receta del link y separar la cantidad necesaria para esta receta que se dejará enfriar en un bol, primero a temperatura ambiente y después en la nevera.

Para preparar el helado procederemos con los siguiente pasos:

Con una batidora trituramos el arroz con leche hasta que quede totalmente cremoso. Podemos reservar una pequeña cantidad para añadir al helado al final con el fin de darle un poco de textura del arroz con leche.

Después, con la nata bien fría, le añadiremos el azúcar glas y montaremos la nata hasta que quede bien consistente.

En el mismo bol en que hemos montado la nata le iremos añadiendo poco a poco la leche condensada y el arroz con leche triturado, mezclando bien los ingredientes con movimientos envolventes hasta que quede todo totalmente integrado.

Una vez montada, apagamos el batidor y en ese mismo bol ponemos el arroz con leche y la leche condensada, mezclando manualmente hasta que todo esté perfectamente integrado.

Para formar el helado lo podemos hacer:

1)    Si tenemos una heladera, cuyo recipiente habremos tenido en el congelador por al menos 12 horas, la colocaremos en la batidora y la pondremos en movimiento, vertiendo en la misma la mezcla que hemos preparado previamente. Batiremos durante aproximadamente 1/2 hora hasta que la masa haya mantecado bien. El final se notará porque en la heladera empezaremos a oír un “clic” típico de que la masa ya ha cogido la consistencia del helado.

En este punto verteremos toda la masa del helado en un molde y lo meteremos en el congelador durante un mínimo de 3 horas para que la masa termine de congelarse totalmente.

2)    Si no tenemos heladera verteremos la mezcla hecha previamente en un molde que meteremos directamente en el congelador. Cada media hora, durante unas 2 ó 3 horas, sacaremos el molde del congelador y removeremos la masa con una espátula, especialmente separando la masa más fría de las paredes y del fondo, mezclando todo bien, con el fin de evitar que se formen cristales durante la congelación.

Cuando ya toda la masa empieza a endurecerse dejaremos congelar durante un mínimo de 12 horas.

A la hora de consumir el helado es conveniente sacar el molde del congelador y dejarlo dentro de la nevera durante 30 – 60 minutos para que se ablande ligeramente y podamos formar fácilmente la bolas para servir el helado.

 

A disfrutarlo.



29 junio 2022

PAN DE QUESO BRASILEÑO (Pão de queijo)

 



El pan de queso es una receta típica de países latinos, especialmente de Brasil.

Hasta hace poco tiempo era difícil conseguir el almidón de mandioca en España, pero hoy ya se encuentra fácilmente en algunas grandes superficies y en tiendas especializadas en productos latinos. Para el resto de ingredientes se pueden utilizar productos locales y el resultado es muy bueno.

INGREDIENTES:

  • 500 g de almidón de mandioca (también llamada yuca o tapioca). Mejor mezcla de almidón dulce (35%) y ácido (65%), pero si no se encuentran utilizar el producto que se pueda conseguir.
  • 240 ml de leche entera
  • 60 ml de aceite vegetal
  • 120 ml de agua
  • 1/2 cucharada de sal
  • 100 g de queso parmesano
  • 200 g de queso manchego semicurado
  • 3 huevos

 

ELABORACIÓN:

Poner a hervir la leche, el aceite y el agua con la sal, removiendo con una cuchara de madera para evitar que la leche se pegue en el fondo.

Rallar los quesos.

Colocar 400 g de almidón de mandioca en un cuenco grande. Reservamos 100 g para hacer un ajuste de la masa al final en el caso de que nos quedase demasiado líquida y pegajosa (inmanejable para formar las bolas).

Verter el líquido hervido sobre los polvos de almidón y mezclar bien con una cuchara de madera. No se puede hacer con las manos porque nos quemaríamos con el líquido tan caliente.

Dejar que enfríe antes del siguiente paso ya que sino, con la masa caliente, se nos cuajarían los huevos al mezclarlos.

Cuando la masa esté templada o fría se añaden los huevos y se amasa bien, con una cuchara o mejor ya con las manos. El amasado es mejor no hacerlo con una amasadora porque al batir se calienta más la masa y es difícil de controlar su consistencia.

Una vez integrados los huevos se añade el queso y se vuelve a amasar hasta que todo quede integrado.

Si la masa nos quedase demasiado blanda y tan pegajosa que resulte inmanejable le añadiremos un poco más de almidón de mandioca, continuando amasando hasta que quede integrada. La masa debe de quedar bastante blanda pero manejable.

Dejar reposar una media hora. Mejor meter el cuenco en la nevera para que la masa se endurezca un poco y así resulte más fácil formar las bolas de los bollos.

Cuando la masa esté fría formar bolas de unos 2 cm de diámetro y colocar en la bandeja del horno dejando espacio entre los panecillos. Para ello mojar las manos e ir cogiendo la masa con una cuchara sopera para conseguir que todas las bolas tengan un tamaño similar.

Si se desea se puede espolvorear un poco de queso parmesano rallado sobre cada panecillo para crear una costra de queso fundido.

Colocar las bolas en una bandeja de horno con cierta separación entre ellas para
evitar que los bollos se peguen entre ellos al hornear.

Hornear durante unos 25-30 minutos a 180ºC. Vigilar el final, estarán hechos cuando empiecen a coger un color dorado por la superficie.

Con las cantidades indicadas a mi me han salido entre 35 y 40 bollos (2 bandejas para hornear).

Los bollos se pueden comer nada más hornearlos, dejándolos enfriar un poco porque sino nos quemaríamos. Es cuando tienen el mejor sabor.

Si ya los tenemos fríos se deben de calentar unos 8-10 segundos/bollo en el microondas.

También los podemos congelar y a la hora de consumirlos descongelarlos y calentarlos en el microondas.

 


12 marzo 2022

TARTA O PASTEL DE QUESO JAPONÉS



Ésta es una receta típica japonesa de un bizcocho o tarta de queso extraordinariamente suave y esponjoso que se cocina al baño maría.
 
Ingredientes (para un molde de 15 cm de diámetro y 7 cm de altura):
 
180 g queso crema (Philadelfia, Marcaspone,…)
30 g mantequilla
100 g leche entera
3 huevo grandes (peso total de los huevos enteros 190 g)
10 g harina para repostería
10 g Maicena
60 g azúcar
2 g zumo de limón
 
Elaboración:
Colocar el queso crema, la mantequilla y la leche en un recipiente y colocarlo al baño maría. Cuando la mantequilla y el queso empiece a reblandecer mezclarlo bien con unas varillas. Al final batirlo para que quede todo integrado.
Cuando ya tengamos una crema suave se deberán agregar las yemas de los huevos, de una en una, integrando bien cada una de ellas antes de añadir la siguiente.
Una vez integradas las yemas se añaden las harinas de repostería y de maíz (Maicena) y se bate todo bien para que quede una crema perfecta.
Quitar del calor y pasar toda la crema por un colador a otro recipiente mayor con el fin de eliminar posibles grumos.
 
Poner las claras de los 3 huevos y el jugo de limón en un recipiente de batidora para montarlas. A medida que batimos las claras vamos añadiendo el azúcar, lo haremos repartido en 3 veces. Batir bien hasta que las claras formen un merengue consistente.
 
A continuación, con la ayuda de una espátula de cocina, añadiremos 1/3 de estas claras montadas sobre la crema que tenemos reservada y la mezclaremos con mucho cuidado, mediante movimientos envolventes para que el merengue no se baje. Una vez integrado el merengue con la crema añadiremos otro tercio y repetiremos la operación. Y, por último, añadiremos el resto y continuaremos mezclando hasta que todo quede integrado, debe quedar todo uniforme en textura y color.
 
El molde adecuado debería ser estanco para evitar la entrada de agua. Lo recubriremos con papel de horno en el fondo y en los laterales para permitir un fácil deshornado. Si no tuviésemos un molde estando podríamos utilizar uno desmoldable y para evitar la entrada de agua al mismo lo recubriremos exteriormente con papel de aluminio, centrándolo en la base y ajustándolo a los laterales para que el agua no pase al interior del molde.
 
Verteremos toda la mezcla dentro del molde forrado, le daremos unos golpes sobre la base para eliminar posibles burbujas que nos hayan quedado dentro de la masa. Allanaremos la superficie y pasaremos un palillo por la superficie en movimientos circulares o helicoidales para terminar de uniformizar la superficie y eliminar posibles burbujas superficiales.
 
En paralelo habremos puesto una fuente con agua dentro del horno y lo habremos calentado a 150 ºC.
 
Colocaremos el molde en el recipiente con el agua dentro del horno y hornearemos a 150 ºC, calor arriba y abajo, durante 30 minutos. A continuación bajaremos la temperatura a 110 ºC y continuaremos horneando durante otros 60-70 minutos.
 
Al acercarnos al final del tiempo comprobaremos como está la superficie del pastel. Ajustaremos el final del horneado al momento en el que la superficie del pastel comience a dorarse pero sin llegar a quemar.
 
Una vez terminada la cocción del pastel apagaremos el horno y lo dejaremos reposar dentro del horno durante 5 minutos más.
 
A continuación sacaremos el molde del horno y lo dejaremos enfriar sobre una rejilla.
 
Cuando esté frío lo desmoldaremos y quitaremos el papel de recubrimiento con cuidado de no romper el pastel.
 
Dejaremos acabar de enfriar antes de servirlo.
 
Para la presentación lo podemos dejar como está o espolvorear un poco de azúcar glas sobre su superficie.