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06 julio 2021

MOUSSAKA GRIEGA

 


INGREDIENTES:

2 berenjenas grandes
500 gramos de carne picada (lo ideal, de cordero, pero puede ser vacuno)
1 cebolla
1 diente de ajo
1/2 vaso de vino blanco para cocinar
7 cucharadas de salsa de tomate casera (a la que habremos añadido una rama de romero y otra de tomillo, así como ajo picado y pimienta molida para aumentarle el sabor)
Pimienta
Perejil
Unas hojas de menta (opcional)
Una cucharadita de canela molida (opcional)
2 patatas
Pan rallado
Queso parmesano rallado
1 huevo
Salsa bechamel espesa
Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Sal


ELABORACIÓN:

Este plato griego tiene mucha similitud con la lasaña italiana.

         Asado de las berenjenas        
en el horno 
Comenzamos cortando las berenjenas en rodajas longitudinales de aproximadamente medio centímetro de grosor. En la receta original la berenjena va con piel, aunque esto puede dificultar el corte de la moussaka a la hora de servirla. Salamos las rodajas de berenjena y las dejamos reposar durante un mínimo de 30 minutos con un peso encima para que suelten agua y no amarguen. Una vez listas las aclaramos con agua para quitarles el exceso de sal y las secamos con papel de cocina.


Una vez las tenemos listas, las freímos ligeramente en aceite caliente y las reservamos quitándoles el exceso de aceite en otro papel de cocina. Si las queremos con menos aceite podemos ponerlas sobre papel de horno, con un pequeño chorro de aceite por encima, y hornearlas durante una media hora.

Reservamos. 

Como carne utilizaremos cordero ternasco (también podríamos utilizar ternera, pero no seguiríamos la tradición griega y el plato tendría menos sabor. Podemos pedir en la carnicería que nos deshuesen una pata de cordero ternasco y nos la piquen. Una pasada por la picadora es más que suficiente.


Picamos la cebolla y el ajo muy finos. Lo freímos en aceite a temperatura media-alta, hasta que esté bien pochada.

En ese momento añadimos la carne de cordero picada y freímos, removiendo, hasta que esté dorada.

Una vez que la carne esté cocinada le añadiremos medio vaso de vino blanco y unas siete cucharadas de la salsa de tomate casera que ya tendremos preparada. Añadimos sal y pimienta y dejamos cocinar a fuego lento durante uno 15 minutos, removiendo de vez en cuando para mezclar bien, hasta que el líquido se evapore.

Dejamos enfriar y añadimos la clara del huevo y el perejil.

Según el gusto personal también se pueden añadir una o dos hojas de menta muy picadas y un poco de canela molida, removiendo para integrarlo todo bien.

Reservamos. 

Para hacer una “auténtica” moussaka debemos de ponerle una base de patatas confitadas.

Pelaremos 2 patatas grandes y las cortaremos en rodajas tipo panadera. Las freímos, en aceite no excesivamente caliente, sin que lleguen a dorarse.

Reservamos.

 

Montaje de la Moussaka griega

Utilizaremos una fuente apta para horno, mejor rectangular. Untaremos la superficie con mantequilla para que no se peguen los ingredientes a la superficie.

Añadimos dos cucharadas de pan rallado y lo repartimos por toda la superficie.

En el fondo colocaremos una capa con las patatas confitadas que tenemos reservadas.

Sobre las patatas colocaremos una capa con la mitad de las berenjenas que teníamos reservadas, cubriendo totalmente las patatas.

Sobre las berenjenas distribuiremos la mitad de la carne picada que tenemos reservada. Sobre esta carne espolvorearemos dos cucharadas de pan rallado y un poco de queso parmesano rallado.

Sobre esta capa de carne colocaremos una segunda capa de berenjenas.

Sobre éstas colocamos la carne picada que nos queda y sobre la misma añadimos otra vez dos cucharadas de pan rallado y más queso parmesano rallado.

 


Por último preparamos la salsa bechamel, que será más espesa que la utilizada en la lasaña. El
objetivo es que esta salsa quede en la superficie de la moussaka y no se filtre sobre la capa de carne.

Para hacer la bechamel disolveremos un pegote de mantequilla en dos cucharadas de aceite. Una vez disuelto añadiremos dos cucharadas de harina, mezclamos removiendo continuamente hasta que la harina esté tostada. En este momento vamos añadiendo, poco a poco y sin parar de remover, entre 3/4 y un litro de leche entera hasta formar una crema más bien espesa. Añadimos sal, pimienta y un poco de nuez moscada y mezclamos bien.

Cuando la bechamel esté lista le añadiremos una yema de huevo y la verteremos sobre la fuente que tenemos preparada.

Metemos la bandeja en el horno y cocinamos durante 40-45 minutos a una temperatura de 170ºC.

Al final añadimos una capa de queso parmesano rallado y gratinamos durante 5 minutos más. La moussaka estará lista para servir.

 


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