INGREDIENTES:
BASE:
1 base de bizcocho genovés
ALMIBAR:
100 ml de agua
50 g de azúcar
50 ml de whisky (cantidad al gusto)
RELLENO:
600 g de nata de montar
50 g de azúcar glass
6 hojas de gelatina
100 g de azúcar blanquilla
4 huevos
80 ml de leche
50 ml de whisky
COBERTURA:
5 yemas de huevo
1 huevo entero
150 ml de agua
150 g de azúcar
3 hojas de gelatina
Granillo o crocanti de almendra para el lateral (comprarla tostada o tostarla ligeramente en el horno)
Nata montada para decorar
Para la realización de esta tarta utilizar un molde redondo desmontable de entre 25 y 28 centímetros de diámetro.
ELABORACIÓN:
BASE:
Bases de bizcocho genovés |
Preparar
previamente un bizcocho genovés y se corta al espesor adecuado para la tarta,
aproximadamente a 1 cm.
También se
puede comprar una base de bizcocho en un supermercado.
ALMIBAR:
Lo primero
que haremos es preparar el almíbar. Para ello calentaremos en un cazo el azúcar
con el agua, removiendo hasta que el azúcar esté completamente disuelto. Una
vez disuelto el azúcar, añadimos el whisky, cantidad al gusto. Se remueve un
poco y se sigue calentando a fuego medio durante unos 5 minutos. Se deja
enfriar.
Cuanto el
almíbar esté frío se coloca la base sobre de bizcocho en un molde desmontable,
colocando en el fondo un film de plástico para que no se pegue a la base al
congelarlo. Con una brocha de cocina se humecta bien el bizcocho con el almíbar
y se mete en el congelador hasta el momento en que se tenga listo el relleno.
RELLENO:
Montamos la
nata (600 g) con los 50 g de azúcar glas y reservamos en la nevera.
Se ponen las
hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante, al menos, 10 minutos,
para que se hidraten bien. Una vez hidratadas sacarlas del agua y escurrirlas
bien.
Se separan
las claras de las yemas de los 4 huevos.
Se montan
las claras a punto de nieve junto con 50 g de azúcar. El merengue debe de
quedar bien consistente. Una vez listo se reserva también en la nevera.
Añadiendo las yemas de huevo a la leche caliente pero sin hervir |
En otro recipiente
se pone a calentar la leche y el azúcar restante (50 g). Cuando esté caliente, a unos 65 º C (no debe de llegar a hervir en ningún momento), se aparta del fuego y, sin dejar de batir con las varillas de mano, se añaden
las yemas de huevos y se mezcla todo bien. Se añaden los 50 ml de whisky y las
hojas de gelatina hidratadas, se vuelve
a poner al fuego durante unos
minutos hasta que caliente todo y los ingredientes acaben de mezclarse bien
entre ellos. Se retira del fuego y se deja enfriar.
Cuando se
haya enfriado esta mezcla se le va añadiendo la nata montada, removiendo con
una espátula de cocina con movimientos envolventes para que la nata no se baje.
A continuación se añaden las claras a punto de nieve siguiendo el mismo
procedimiento.
Molde con la base y el relleno, listo para congelar |
Una vez bien
mezclada esta masa se añade al molde con la base de bizcocho que teníamos
reservado en el congelador. Con la espátula de cocina se deja la parte superior
lo más lisa posible.
Se cubre bien el molde con film transparente y se mete en el congelador, si es posible
durante 1 día antes de añadir la
cobertura.
COBERTURA:
Al día
siguiente se prepara la cobertura.
Se colocan
las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten.
Enfriando el preparado para la cobertura |
Se calienta
en un cazo el agua con el azúcar. Cuando comience a hervir se retira del fuego, se deja enfriar hasta llegar a unos 80 ºC. Se añaden las yemas y el huevo entero, sin dejar de batir para que no cuajen con el calor. Volvemos a poner al fuego y se deja que caliente todo de nuevo, pero siempre controlando que nunca vuelva a hervir.
Se retira del fuego y se añade la gelatina, mezclando bien para que la gelatina quede bien disuelta y se deja enfriar. Para enfriarlo se coloca la masa en un cuenco y se cubre con un film de plástico que esté en contacto con la superficie, procurando que quede el mínimo de aire posible con el fin de que la superficie no se endurezca.
Tarta con la cobertura a la que se ha añadido el azúcar moreno y se ha quemado |
Cuando la
cobertura esté templada se saca la tarta del congelador y se vierte sobre la
superficie de la misma (previamente remover la crema de la cobertura para eliminar posibles grumos formados por la gelatina). Se vuelve a introducir la tarta en el congelador.
Pasadas unas
dos horas se vuelve a sacar la tarta del congelador, se espolvorea azúcar moreno por toda la superficie y se quema con un soplete de cocina. Se vuelve a meter la tarta en el congelador y se deja otra hora para que la superficie quede bien congelada.
Tarta final con el crocanti de almendra y decorada con nata montada |
Se vuelve a sacar la tarta del congelador y se añade el crocanti de almendra
por toda la superficie lateral de la tarta.
Se decora el lateral y la superficie de la tarta con nata montada.
Volvemos a
tapar toda la tarta con un film de plástico, sin apoyar sobre la nata, y se
vuelve a meter la tarta en el congelador hasta el momento del consumo.
Es
recomendable sacar la tarta del congelador y dejarla en la nevera una media hora antes de consumir para que
coja un poco de temperatura y quede con la textura adecuada.
Quemando el whisky para verterlo sobre cada porción de tarta |
A la hora de
servir se calienta whisky en un recipiente con mango. Cuando empiece a echar
vapor se aparta del calor y se le prende fuego al vapor que se desprende del
whisky. Hacerlo con mucho cuidado de no provocar un incendio. Se deja quemar un
poco el alcohol, según el gusto y, a continuación, se vierte directamente el
whisky quemando sobre cada porción de la tarta ya servida en el plato para
consumo individual. Cantidad al gusto.
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