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28 enero 2017

TARTA HELADA AL WHISKY





INGREDIENTES:

BASE:
1 base de bizcocho genovés

ALMIBAR:
100 ml de agua
50 g de azúcar
50 ml de whisky (cantidad al gusto)

RELLENO:
600 g de nata de montar
50 g de azúcar glass
6 hojas de gelatina
100 g de azúcar blanquilla
4 huevos
80 ml de leche
50 ml de whisky
           
COBERTURA:
5 yemas de huevo
1 huevo entero
150 ml de agua
150 g de azúcar
3 hojas de gelatina

Granillo o crocanti de almendra para el lateral (comprarla tostada o tostarla ligeramente en el horno)
Nata montada para decorar

Para la realización de esta tarta utilizar un molde redondo desmontable de entre 25 y 28 centímetros de diámetro.

ELABORACIÓN:
BASE:
Bases de bizcocho genovés
Preparar previamente un bizcocho genovés y se corta al espesor adecuado para la tarta, aproximadamente a 1 cm.
También se puede comprar una base de bizcocho en un supermercado.
ALMIBAR:
Lo primero que haremos es preparar el almíbar. Para ello calentaremos en un cazo el azúcar con el agua, removiendo hasta que el azúcar esté completamente disuelto. Una vez disuelto el azúcar, añadimos el whisky, cantidad al gusto. Se remueve un poco y se sigue calentando a fuego medio durante unos 5 minutos. Se deja enfriar.
Cuanto el almíbar esté frío se coloca la base sobre de bizcocho en un molde desmontable, colocando en el fondo un film de plástico para que no se pegue a la base al congelarlo. Con una brocha de cocina se humecta bien el bizcocho con el almíbar y se mete en el congelador hasta el momento en que se tenga listo el relleno.
RELLENO:
Montamos la nata (600 g) con los 50 g de azúcar glas y reservamos en la nevera.
Se ponen las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante, al menos, 10 minutos, para que se hidraten bien. Una vez hidratadas sacarlas del agua y escurrirlas bien.
Se separan las claras de las yemas de los 4 huevos.
Se montan las claras a punto de nieve junto con 50 g de azúcar. El merengue debe de quedar bien consistente. Una vez listo se reserva también en la nevera.
Añadiendo las yemas de huevo a
la leche caliente pero sin hervir
En otro recipiente se pone a calentar la leche y el azúcar restante (50 g). Cuando esté caliente, a unos 65 º C (no debe de llegar a hervir en ningún momento), se aparta del fuego y, sin dejar de batir con las varillas de mano, se añaden las yemas de huevos y se mezcla todo bien. Se añaden los 50 ml de whisky y las hojas de gelatina hidratadas, se vuelve  a poner  al fuego durante unos minutos hasta que caliente todo y los ingredientes acaben de mezclarse bien entre ellos. Se retira del fuego y se deja enfriar.
Cuando se haya enfriado esta mezcla se le va añadiendo la nata montada, removiendo con una espátula de cocina con movimientos envolventes para que la nata no se baje. A continuación se añaden las claras a punto de nieve siguiendo el mismo procedimiento.
Molde con la base y el relleno,
listo para congelar

Una vez bien mezclada esta masa se añade al molde con la base de bizcocho que teníamos reservado en el congelador. Con la espátula de cocina se deja la parte superior lo más lisa posible.
Se cubre bien el molde con film transparente y se mete en el congelador, si es posible durante 1 día antes de  añadir la cobertura.

COBERTURA:
Al día siguiente se prepara la cobertura.
Se colocan las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten.
Enfriando el preparado para la
cobertura
Se calienta en un cazo el agua con el azúcar. Cuando comience a hervir se retira del fuego, se deja enfriar hasta llegar a unos 80 ºC. Se añaden las yemas y el huevo entero, sin dejar de batir para que no cuajen con el calor. Volvemos a poner al fuego y se deja que caliente todo de nuevo, pero siempre controlando que nunca vuelva a hervir. Se retira del fuego y se añade la gelatina, mezclando bien para que la gelatina quede bien disuelta y se deja enfriar. Para enfriarlo se coloca la masa en un cuenco y se cubre con un film de plástico que esté en contacto con la superficie, procurando que quede el mínimo de aire posible con el fin de que la superficie no se endurezca.

Tarta con la cobertura a la que
se ha añadido el azúcar moreno
y se ha quemado

Cuando la cobertura esté templada se saca la tarta del congelador y se vierte sobre la superficie de la misma (previamente remover la crema de la cobertura para eliminar posibles grumos formados por la gelatina). Se vuelve a introducir la tarta en el congelador.
Pasadas unas dos horas se vuelve a sacar la tarta del congelador, se espolvorea azúcar moreno por toda la superficie y se quema con un soplete de cocina. Se vuelve a meter la tarta en el congelador y se deja otra hora para que la superficie quede bien congelada. 


Tarta final con el crocanti de
almendra y decorada con nata montada
Se vuelve a sacar la tarta del congelador y se añade el crocanti de almendra por toda la superficie lateral de la tarta.
Se decora el lateral y la superficie de la tarta con nata montada.
Volvemos a tapar toda la tarta con un film de plástico, sin apoyar sobre la nata, y se vuelve a meter la tarta en el congelador hasta el momento del consumo.
Es recomendable sacar la tarta del congelador y dejarla en la nevera una media hora antes de consumir para que coja un poco de temperatura y quede con la textura adecuada.
Quemando el whisky para verterlo
sobre cada porción de tarta


A la hora de servir se calienta whisky en un recipiente con mango. Cuando empiece a echar vapor se aparta del calor y se le prende fuego al vapor que se desprende del whisky. Hacerlo con mucho cuidado de no provocar un incendio. Se deja quemar un poco el alcohol, según el gusto y, a continuación, se vierte directamente el whisky quemando sobre cada porción de la tarta ya servida en el plato para consumo individual. Cantidad al gusto.



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