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06 marzo 2016

TARTA DE MANZANA (1)




INGREDIENTES:

4 manzanas
1 vaso de leche
1 taza pequeña de nata (de las de café)
1 vaso de harina de trigo
1 vaso de azúcar
4 huevos
Mantequilla para engrasar el molde

Mermelada de albaricoque


ELABORACIÓN:

Para hacer esta tarta de manzana lo primero es precalentar el horno a 180 ºC, pero sólo por abajo.

Mientras se calienta el horno se va preparando la masa. Sólo hay que poner en un bol la leche, la nata, el azúcar, los huevos y la harina. Se bate todo junto hasta que la masa quede homogénea. A continuación se añaden 2 manzanas peladas y cortadas en trozos pequeños. Se bate todo bien con la batidora hasta que quede una crema fina y sin grumos, y que no queden restos de los trozos de las manzanas.




Tarta lista para meterla al horno
Como molde lo mejor es utilizar un molde redondo, preferiblemente desmontable. Se corta un papel de horno y se coloca en el fondo para que la tarta no se pegue y, al final, poder desmoldarla fácilmente. Se unta bien el papel y los laterales con mantequilla para evitar que la tarta que pegue durante la cocción.

Una vez preparado el molde se vierte en el mismo la masa de la tarta que hemos preparado anteriormente. A continuación se pelan las otras dos manzanas, se cortan en cuartos y después se van contando láminas finas y colocándolas sobre la masa, empezando por
el exterior, en círculo, superponiéndolas ligeramente entre ellas. Se van colocando láminas hasta que se cubre toda la superficie de la tarta, terminando en el centro. Si no fuese suficiente con las dos manzanas se añadiría otra pieza. 

Tarta recién salida del horno
Con el horno ya caliente se mete la tarta en el mismo, en el centro, y se deja hornear durante unos 30 minutos. A la media hora, con una aguja, se pincha la tarta para comprobar si está hecha. La aguja debe de salir seca. Si no fuese así se deja cocer 5 minutos más y se vuelve a comprobar la cocción con la aguja, hasta que ésta salga seca.
Cuando la tarta esté hecha se saca del horno y se deja enfriar a temperatura ambiente.
Una vez que la tarta esté fría se procede a desmoldarla, quitando el lateral del molde, si es desmontable, y volcando la tarta sobre una bandeja (boca abajo) y después se vuelve a volcar la tarta a la bandeja definitiva, de forma que la cubierta de láminas de manzana quede hacia arriba.



En un recipiente pequeño se calienta un poco de mermelada de albaricoque con una pequeña cantidad de de agua, batiéndolo todo bien, hasta que se forme un almíbar. Con un pincel de cocina se pinta la superficie y el lateral de la tarta con el almíbar. Con esto se logra que la superficie quede brillante, con mucho mejor aspecto.

Esta tarta es conveniente que esté fría para servirla, aunque no es necesario que esté en la nevera. Para conservarla más de un día sí que se debe de meter en la nevera.







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