GALLETAS DE ALMENDRA

 

INGREDIENTES (para unas 12 galletas de tamaño grande o más de menor tamaño):

• 250 g tazas de almendra molida (o entera cruda y sin piel)
• 200 g de harina de todo uso (también se puede utilizar harina de fuerza)
• 1 huevo grande
• 80 g de mantequilla a temperatura ambiente
• 100 g de azúcar
• Una pizca de sal
• 1 cucharada de esencia de vainilla
• 2 cucharaditas de polvo de hornear (un sobre)
• Almendras enteras o fileteadas para decorar

PREPARACIÓN:

Poner la mantequilla ya blanda en un bol (en pomada), añadirle el azúcar y mezclar bien con una espátula.

Agregar el huevo y la esencia de vainilla y volver a mezclar con la espátula.

Agregar harina de almendra y mezclar de nuevo (si compramos la almendra entera tendremos que molerla previamente, por ejemplo con una trituradora de cuchillas). Recordar reservar algunas almendras enteras para la decoración de las galletas.

A la harina de trigo añadirle los polvos de hornear y la sal. Tamizar todo junto en el momento de verterlo en el bol con el resto de ingredientes.

Mezclar todo bien hasta que no se vea la harina. Puede ser muy conveniente terminar de amasar con las manos para conseguir un correcto mezclado.

Hacer un rollo con toda la masa y cortarlo en 12 trozos, o más cantidad si se desean galletas más pequeñas, lo mas iguales posible.

Para hacer que el tamaño de las galletas sea homogéneo también puede servir el ayudarse de una cuchara para coger una cantidad determinada de masa para cada galleta.

Con los trozos de masa anteriores se deben de hacer bolas y colocarle una almendra a cada una, presionando para que queden incrustadas en la bola. Puede ser conveniente mojar las manos para que la masa no se nos pegue al formar las bolas.

Hornear a 180 ºC, calor arriba y abajo, durante 15 o 20 minutos. Las galletas estarán listas cuando la masa empiece a dorarse. Combiene no pasarse con el dorado porque corremos el riesgo de que las galletas lleguen a tener un ligero sabor a almendra "quemada".

Sacarlas del horno cuando estén doradas, al gusto.

Dejar enfriar las galletas en la bandeja para que cojan consistencia antes de cambiarlas a una fuente, caja metálica o a un frasco de cristal.

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